DEL MISMO MODO

Para solventar la crisis que significa sabernos distintos a una naturaleza en la que habitamos tan plácidamente, los seres humanos damos explicaciones sobre este imposible tipo de pertenencia. Las explicaciones se contradicen pero la naturaleza se sigue portando del mismo modo.

ELECCIÓN

Elegí la poesía porque parece lo que no es. Y es tan alto espectáculo que un par de bestias, hembra y macho, serían su origen en el arca.

INSPIRACIÓN

Aire de mar. Esta frase parecía dictada por el espíritu. Después, vista con una mirada inconforme, sonó simplemente a lo que es: el aire que revuelto en olas circunda el mar y trae leve briza hasta alguien, quizás un hombre pobre, que aguarda. Gracias, Dios, dice, por este sueño que es parecido a ti.

CERTIDUMBRE

Me encuentro de pronto sorprendido por el hecho de que a pesar de todas las contradicciones que existen en mi mente en torno a temas que estoy convencido soportan a la realidad natural y social -como la existencia o no existencia de Dios, la posibilidad o imposibilidad de comunicación entre los seres humanos o la racionalidad o irracionalidad de mis antepasados, los primeros homo sapiens- estas realidades natural y social se sigan comportando de una sola y misma forma, como si no existiera en ellas tal contradicción, como si fueran independientes de todos mis dibujos mentales para explicarlas. En el extremo, la pregunta es ésta: ¿cómo puedo habitar con tanta comodidad, con tanta naturalidad, un mundo que me es tan ajeno? O, desde otro punto de vista, ¿cómo puede la mente generar tanta idea extraña en un mundo tan habitable? La mente explica como insondable una realidad que funciona perfectamente. Creo que esta desintegración de lazos es lo que nos lleva a buscar una verdadera verdad que los recomponga; algo que nos permita decir “esto funciona así por esto”.